8 de octubre de 2013

Las Medallas Milagrosas de Siria

Antoine Taoutel, coordinador de CVX Siria presentó así, durante la Asamblea Mundial en Líbano, el largo y doloroso camino que recorrieron las medallas conmemorativas por los 450 años de la CVX. Seguimos unidos así en solidaridad con nuestros hermanos sirios:

Queridos amigos en el Señor: 

No encuentro las palabras para describir las dificultades y penalidades sufridas para la realización de estas medallas. Al valor simbólico de las medallas, hay que añadir un valor moral: el sufrimiento y el dolor del pueblo sirio que sufre el odio, el terror y la muerte. 

La lectura del Proyectos # 152, en mayo de 2012, nos llenó de entusiasmo y animó en nosotros el gran deseo de compartir el gozo del jubileo. A propuesta de Tommy, miembro CVX en Alepo, el Consejo Nacional decidió preparar una medalla como signo de nuestro compromiso profundo con nuestra Misión, y para festejar junto con las Comunidades Laicas Ignacianas la celebración de los 450 años. 

Con gran alegría recibimos la aprobación de Chris y Sofía y dimos comienzo a nuestro proyecto en Alepo. Estudiamos muy bien tanto las etapas como los contratos con los fabricantes y el diseñador; y una vez establecidos estos, elegimos el material y acordamos los plazos y fechas de entrega ... 

En febrero la delicada situación en Alepo, empeoró. Los problemas se agravaron por el corte de la corriente, los bombardeos, las explosiones y el terror; la situación nos paralizó y dificultó nuestra tarea casi al imposible: 

-dificultades para el fabricante 
-falta de comunicación 
-reducción del tiempo de producción por falta de corriente 
-rechazo total del fabricante a continuar el trabajo. 

De cara a estas dificultades nuestra sola y única arma fue la oración. Frente a las nuevas complicaciones, y una vez consultados los refugiados alepinos en Líbano (que han huido desde Alepo por razones de seguridad), decidimos retomar el trabajo de forma artesanal aceptando de antemano la diferencia de calidad entre las dos maneras de trabajar. 

Gracias a Dios el trabajo marchó bastante bien a pesar de los cortes de corriente que obligaron a nuestros nuevos aliados a trabajar día y noche y a retrasar en cuarenta días la fecha de entrega. Durante el tiempo del acabado y pulido dos violentas explosiones se sucedieron en el sitio en el que se encontraban las medallas y los medios anunciaron la ocupación del sector, supuestamente pacífico, por los combatientes.

Debido a la falta total de comunicaciones, yo pasé dos días muy inquieto, sin dormir y sin poder disimular mi angustia. Me sentía culpable y responsable, y nuevamente me refugié en la oración pidiendo al Señor que salvaguardara lo que ya estaba hecho. El equipo nacional libanés me sostuvo orando junto con nosotros y, finalmente, al tercer día las medallas estuvieron listas para resucitar. 

Pero, al recibir finalmente las muestras, comprobé que había un error en la escritura y manchas en las medallas. Acudí a Sofía para tratar sobre la solución de los errores. Decisión: recibir las medallas tal como estaban, sobre todo porque la situación en Alepo empeoraba en los sectores cristianos. Entonces, una nueva preocupación: ¿cómo hacer llegar las medallas a Líbano sabiendo que la entrega debería hacerse por la vía aérea? El aeropuerto había sido bombardeado y hubo que cerrar las rutas Alepo/Homs invadidas por los terroristas; las compañías de transporte no querían correr riesgos. Nabil, miembro de nuestro equipo en Alepo y también refugiado en Beirut, nos propuso transportarlas primero a Damasco y desde Damasco a Beirut. La CVX en Alepo se encargó de transportar las medallas hasta Damasco. 

Al transportarlas hacia Beirut fuimos detenidos por los terroristas que, después de una discusión, nos dejaron pasar sin problemas; como nos lo había asegurado el P. Zygmunt. En mi oración cotidiana, y con frecuencia en la Eucaristía, he encomendado a Siria y en especial a las medallas pidiendo un final feliz. 
¡Hoy: las medallas están aquí sanas y salvas presentes en Notre Dame du Mont y esperándoles para que podamos festejar todos juntos! 
Les agradezco mucho su apoyo y sus oraciones.

Antoine Taoutel 
Coordinador CVX Siria 

Zygmunt Kwiatkwoski, SJ 
Asistente Eclesiástico Siria

PD: Para adquirir las medallas puedes contactarte con el Secretariado Ejecutivo Mundial o con el CEN de tu país.

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