18 de marzo de 2017

Desde la Amazonía: Evangelizar desde la vida cotidiana

Por Lorena Pérez (Ecuador), voluntaria en Leticia. 

Febrero es el mes más corto del año. En esta región de nuestra querida Amazonía poco a poco se empiezan a reanudar las actividades cotidianas después de un largo tiempo de vacaciones escolares. Se ven las promociones para el inicio de las clases en las pocas calles comerciales de Leticia. Los niños y jóvenes aún están de vacaciones las tres primeras semanas, a partir del 20 de febrero empieza a sentirse de nuevo el movimiento, ya se puede ver en las mañanas a los padres que llevan a sus hijos hasta las puertas de ingreso de las escuelas, algunos niños con uniformes nuevos y otros con uniformes remendados pero bien lavados, algunos niños van alegres por retomar sus clases otros me cuentan que quisieran que las vacaciones fueran más largas porque les gusta mucho estar en casa y jugar con sus amigos. 


Y así como Leticia y Tabatinga inician sus clases, yo, junto al equipo pastoral, nos reunimos para planificar el cronograma de visitas a las comunidades rivereñas del Amazonas. Las primeras semanas han sido el tiempo de planificar la metodología del nuevo recorrido que iniciaremos ya con una temática específica que consiste en informar y sensibilizar a las personas de las comunidades indígenas sobre la esclavitud invisible del Siglo XXI que es el Tráfico de personas. 

Fue un tiempo de buscar material en internet, pedir material a la Red en Contra del Tráfico de personas de la Triple Frontera, leer documentos sobre el tema para poder llegar de la mejor forma a las personas. Mientras más leo y me informo sobre este tema, más me voy apasionando por esto, porque es importante que todos estemos informados, que todos nos unamos para combatir este enemigo invisible que tanto daño hace a nuestra sociedad y del cual estamos rodeados sin darnos cuenta. Son los más vulnerables de nuestra sociedad quienes corren el riesgo de caer en esta red, las personas en situación de pobreza, la violencia, la falta de comunicación y el abandono son factores que influyen en la existencia de este monstruo que destruye nuestra sociedad de manera silenciosa. El objetivo es poder llegar a los niños, los jóvenes y las familias de las comunidades. Como son grupos diferentes debemos abordar el tema de manera diferente.

En medio de esta preparación inicié el primer viaje misionero. Magnolia, mi compañera de equipo, me pidió que la acompañara a visitar tres comunidades junto con el sacerdote misionero del Vicariato P. Obdulio, quien había venido para hacer un breve recorrido por Zaragoza, Libertad, Pto. Triunfo y Santa Sofía. Fue un viaje de 4 días en los cuales vistamos familias informando sobre la llegada del sacerdote con quien en cada comunidad tendríamos una misa en las noches para todos y en la mañana otra con los niños en las escuelas. Fue un tiempo de vivir de cerca otra forma de evangelizar desde la misa, el sermón y los sacramentos. Personalmente no me identifico mucho con esta forma, sin embargo, la respeto porque es la forma tradicional a la que está acostumbrada gran parte de nuestra iglesia. Como en todo voluntariado se tienen experiencias que te gustan y te animan y otras que no tanto. Con certeza voy aprendiendo de todo en este tiempo de misión.

Hasta que por fin llegó el día de nuestro primer viaje a la Comunidad de Nazareth. En esta visita solo fuimos Magnolia y yo porque la Hna. Noelia tuvo un problema en su rodilla y tuvo que quedarse para realizarse unas terapias. Conversamos con Valero SJ y le comentamos sobre la necesidad de llevar con nosotros un proyector y una laptop; generosamente nos prestaron los equipos de la comunidad, ya teníamos todos listo para comenzar la evangelización con los temas específicos sobre de la realidad del mundo y sobre esta triple frontera tan vulnerable. El primer día en Nazareth cuadramos con la coordinadora de la escuela para trabajar sobre el tema de la Trata de Personas y los dividimos por grupos de grados y edades, pues los materiales que habíamos preparado son diferentes para niños y para jóvenes. Con los niños no podemos abordar el tema directamente, con ellos se trabaja a partir del cuidado del cuerpo, para ello utilizamos un video muy bonito realizado en Brasil y traducido al español. Con lo más grandes se trabaja el tema más directamente y desde la vida. En la noche con la ayuda de la Vice Curaca reunimos a los jóvenes de la comunidad para hablar de este tema. Gracias a Dios todo salió bien, los niños y jóvenes ahora al menos ya conocen sobre el tema, los profesores también y se va iniciando el compromiso de ponerse alertas ante situaciones que puedan presentarse dentro de las comunidades respecto a la trata de personas. 

Como Dios es bueno y la providencia funciona, siempre nos va dando luces y confirmando llamados, justo antes de nuestra visita a la segunda comunidad “Arara”, tuvimos una reunión con Sor Genoveva, religiosa Vicentina, comprometida con el tema. Su comunidad, dentro de las prioridades, tiene precisamente la misión de combatir este monstruo del siglo XXI. La lucha contra la Trata de personas forma parte de una Organización Defensores de Vidas que trabajan en diferentes países de Latinoamérica y forman un Red a nivel mundial. Ellas han elaborado material para el trabajo principalmente con los profesores de las escuelas para que sean ellos los multiplicadores de este trabajo con los estudiantes. Muy generosamente Sor Genoveva nos facilitó el material, le comenté brevemente como lo estaba abordando y me dijo que lo había planificado bien. Debo mencionar que mi poca experiencia como profesora me ayudó a preparar este tema, y por supuesto va confirmando también mi vocación de docente. Creo que la educación y la formación es muy importante y es una forma de evangelizar, además me gusta mucho pensar, buscar y crear formas para lograr a que las personas puedan comprender el mensaje y sacar sus conclusiones sobre lo que van descubriendo, conociendo o aprendiendo.

Luego fuimos a la Comunidad Arara con material y recursos mejorados después de la experiencia piloto de la primera comunidad. Siento que fue mejor desarrollado el tema en esta comunidad pues se involucraron más los profesores. Aún falta seguir puliendo la metodología y material, pero creo que el primer paso ya se dio, ahora será cuestión de seguir trabajando y profundizando en eso. Con estas primeras visitas voy confirmando que la forma de evangelizar que me gusta es precisamente ésta, a través de los temas de la vida cotidiana, que puedan relacionar como Dios les habla y nos habla constantemente a través de los que vivimos en el día a día. 

“Aliento a cuantos están comprometidos en ayudar a hombres, mujeres y niños esclavizados, explotados, abusados como instrumentos de trabajo o de placer y a menudo torturados y mutilados”. P. Francisco

“La trata de personas en un delito contra la humanidad” P. Francisco

Estas son algunas frases que me animan desde esta misión a contribuir con un granito de arena para luchar en contra del Tráfico de personas que cada vez va creciendo. Es una esclavitud invisible que por lo tanto no es fácil combatir, pero que se puede hacer mucho desde la información y la sensibilización a las personas para que no caigan en sus garras por desconocimiento. Esta zona de triple frontera es muy vulnerable para que esta actividad ilícita se realice, pues hay poco control en las fronteras, la policía y las fuerzas armadas de los tres países es muy reducida para atacar el tráfico de drogas y de armas, mucho menos puede atacar el tráfico de personas. La Iglesia poco a poco está iniciando el trabajo de sensibilización de estos males a la población para que no caigan por desconocimiento. Ojalá más personas se sigan uniendo a esta Red de Enfrentamiento al tráfico de personas de la Triple Frontera para que juntos se pueda disminuir un poco este mal en este lado de nuestro querido planeta.

Invito a todos quienes leen este pequeño relato mensual, amigos, familia y cevequianos a que disciernan si una forma de evangelizar puede ser precisamente el involucrarnos para trabajar en este tema del Tráfico de personas que es, como dice el Papa Francisco, una llaga o una enfermedad del siglo XXI que va carcomiendo la humanidad.

Los fines de semana apoyo en las actividades de la Comunidad Marista en Tabatinga (Brasil), visitamos la comunidad Umariaçu, están iniciando un trabajo en Xingu, en el barrio de Tabatinga, pero con mayoría de población Colombiana. Así van pasando las semanas con actividades, con compartires, con encuentros, con el otro y con el Señor. 

Gracias por leer mis relatos cortos, sencillos muy desde la cotidianidad, gracias por acompañarme con sus oraciones, mails, whatsapp y llamadas. Como siempre me encomiendo a sus oraciones para que siga encontrándome con ese rostro de Jesús en la vida de esta Triple Frontera.

Un abrazo,
Lore

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