Queridos hermanos y hermanas de la CVX
Con profunda gratitud por todos los bienes recibidos y los grandes frutos cosechados en nuestra pasada Asamblea de Líbano; con la mirada agradecida por nuestras raíces que nos han traído a este momento; y con los ojos puestos en el horizonte de nuestras fronteras, nos ponemos en las manos del Dios de la vida para pedirle nos dé el entusiasmo, discernimiento, compromiso, paciencia, y sobre todo la fe esperanzada para caminar en este llamado que nos ha hecho como CVX mundial para nuestro presente y futuro.
No hay palabras suficientes para agradecer todo lo que ha significado esta Asamblea para los miembros de la CVX en todo el planeta. Ha sido tan fuerte que nos encontramos todavía interiorizando, gustando y sintiendo en lo profundo, lo que significa este llamado para toda la comunidad. Como Consejo Ejecutivo Mundial buscaremos la manera más propicia para estar a la altura de este llamado, buscando la participación de todos ustedes en esta misión común.
Nuestro mandato es resultado de nuestro caminar de 5 años desde Fátima hasta Líbano (y de las mociones del espíritu en nuestra historia como comunidades laicales ignacianas y como CVX desde los inicios), y es un proceso que nos llena de esperanza por su fuerza y sentido de misión para actuar como verdadero Cuerpo Apostólico Mundial en el marco de las fronteras que nos hemos puesto como horizontes para ofrecer lo mejor de nuestra vida y de nuestra espiritualidad. De aquí a 5 años habremos de trabajar con toda nuestra pasión, discernimiento y compromiso para estar a la altura de este envío. En nombre del nuevo EXCO mundial ofrecemos toda nuestra disponibilidad y trabajo para responder al envío de la comunidad en un equipo de trabajo con características maravillosas y de composición inédita; agradecemos nuevamente al EXCO saliente por todo su servicio, y lo que ha dejado sembrado para que nosotros podamos seguir trabajando.
En breve recibirán los comunicados formales con respecto al nuevo proceso de trabajo, los documentos de la Asamblea, los pasos a seguir, y todo lo necesario para que este fuego encendido siga contagiando muchos corazones. Les pedimos su apoyo y paciencia, ya que como nuevo EXCO nos estaremos reuniendo en Febrero para establecer una nueva estructura de que les comunicaremos oportunamente. Les pedimos que todos y cada uno de los asistentes a la Asamblea Mundial, así como todos los miembros de los Consejos Nacionales, se apropien de la vida que les ha sido comunicada en la Asamblea y que yace representada en el documento de Beirut 2013 que pronto recibirán. Les pedimos que comiencen ya a llevar a la vida este llamado en los distintos sitios donde está presente la CVX, y en todos los sitios donde sintamos que hace falta contagiar la vida de nuestra comunidad.
En sus manos está la posibilidad de que las invitaciones que el Espíritu nos ha regalado realmente se tornen en vida durante los próximos años.
Este correo es para expresar nuestro compromiso profundo de caminar como verdadero Cuerpo Apostólico Ignaciano como CVX mundial, y para iniciar esta nueva etapa. Y este comunicado es, además, un llamado a profundizar sobre el significado de lo que ha representado la realización de nuestra Asamblea Mundial específicamente en Líbano, en el Medio Oriente, con todos los retos que esto significó. Los acontecimientos que se han suscitado antes y después de nuestra Asamblea, son un reflejo de la situación tan dura y dolorosa que todos los que viven en esa región están experimentando hoy. Cuando nos vamos a dormir, generalmente con mucha paz a nuestro alrededor en la mayor parte de los países donde está la CVX, en ese mismo momento en varios lugares del Medio Oriente, y en otras partes del mundo, la incertidumbre y el temor dominan las vidas de muchas personas. Nuestros hermanos y hermanas de comunidad CVX, los creyentes en el Cristo vivo, y en general hombres y mujeres inocentes, independientemente de sus creencias, están siendo lastimados sistemáticamente, sus derechos vulnerados, y sobre todo les están robando su presente y su posibilidad de un futuro digno y pleno como dicta el proyecto de Dios para su creación más amada.
Por nuestra identidad CVX que busca solidarizarse con los clamores de este mundo, y por el compromiso asumido de hacernos más fraternos con la región del Medio Oriente al habernos hecho presentes en Beirut para nuestra pasada comunidad mundial, pedimos a toda la comunidad que nos unamos en oración sincera por el dolor de la incertidumbre y violencia que ha aquejado a Egipto en las últimas semanas donde tantas personas han sido lastimadas, vulneradas por sus creencias y tantas otras muertas por un odio y división fuera de control; pedimos a todos los miembros de CVX a que pongamos nuestra fe alrededor de nuestro querido Líbano que vivió momentos tan dolorosos al haber sido blanco de ataques que dejaron tantas personas heridas y otras muertas por la detonación de una bomba que ha puesto en el corazón y la memoria de hombres y mujeres el temor latente de una nueva guerra; y llamamos a todos y todas a poner toda nuestra fuerza espiritual contemplativa en la acción para solidarizarnos con Siria, país que ha vivido una de sus noches más oscuras el día de ayer al haber sido asesinados más de 1000 personas en Damasco, sobre todo personas sencillas e inocentes. No creo que podamos olvidar con facilidad los rostros de niños, y hombres y mujeres que perdieron la vida en un acto de odio descomunal absolutamente injustificado.
Como CVX no podemos cerrar los ojos ante estos dolores que sentimos como propios, estamos llamados a denunciar estos hechos llenos de inhumanidad de manera contundente, y sobre todo invitamos a toda la comunidad a asumir una actitud discerniente para mirar más allá de la información que viene y va por algunos medios de comunicación que no parecen buscar que reine la paz, sino que buscan inculpar a unos y producir un rechazo ciego a otros. “La verdad nos hará libres” (Jn. 8, 32), y por lo tanto nuestra actitud de discernimiento nos debe llevar a buscar más allá de las razones superficiales; como CVX debemos solidarizarnos en serio con el dolor de esta región del planeta que representa los intereses más grandes de unos pocos, y sobre todo estamos invitados a superar cualquier actitud que no parta del deseo de construir la paz, la justicia y la fraternidad. Gandhi dijo “ojo por ojo, y el mundo quedará ciego”, y tal parece que en acontecimientos como estos, la actitud de ojo por ojo es la que se quiere privilegiar. Ojalá seamos capaces de asumir una mirada amorosa y profundamente crítica para no permitir que nos impongan miradas, o que jueguen con nuestro dolor y nuestro miedo.
Pedimos encarecidamente a nuestros hermanos de la CVX de Egipto, Siria y Líbano, para que con una mirada amorosa, sensible al dolor de sus países y de sus hermanos, y con ojos de discernimiento crítico y dialogado comunitariamente, nos sigan compartiendo sus vivencias, percepciones, y nos vayan marcando la pauta sobre cómo entender adecuadamente este momento. Les pedimos que se organicen de manera que nos puedan hacer llegar reflexiones que nos ayuden a sentirnos verdaderamente hermanos con ustedes, y sobre todo, que como CVX mundial logremos reconocer que la frontera de GLOBALIZACIÓN y POBREZA no se expresa solamente en cifras o en tendencias mundiales, sino que se expresa en acontecimientos como los que se viven actualmente en esta región del mundo. Sepamos mirar siempre con los ojos de Dios; y que el Cristo encarnado nos conceda la capacidad del lenguaje de la sabiduría para sabernos un solo Cuerpo frente a estas dolorosas situaciones que denotan lo más oscuro del poder e interés humano, pero que también son una posibilidad de evocar lo mejor de nuestra fe y nuestra espiritualidad para ponerlo al servicio de la vida y el compromiso con la paz, la justicia y la verdad.
Mauricio López Oropeza
En nombre del EXCO 2013-2018
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