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12 de agosto de 2017

Desde la Amazonía: Contemplación para Alcanzar Amor


Por Lorena Pérez, voluntaria CVX en Leticia 
 
“En el misterio de las aguas profundas de los ríos y de los lagos amazónicos hay siempre una historia que contar. No hay quien, habiendo visto una victoria-regia en toda su plenitud, adornado un lago o adornando un río, pueda olvidar aquel escenario de verdadero encantamiento. El remanso de los ríos o el lago que es su vivero, son espejos donde Iaci la Luna; vanidosa y seductora, se refleja para llamar la atención de las cablocas que la tiene como visión inspiradora del amor.

En la cima de las colinas las cumbres esperaban la aparición de Iaci, creyendo que ella traía el bien del amor, pues su beso las hacía iluminadas, desmaterializándolas y transformándolas en estrellas.

18 de marzo de 2017

Desde la Amazonía: Evangelizar desde la vida cotidiana

Por Lorena Pérez (Ecuador), voluntaria en Leticia. 

Febrero es el mes más corto del año. En esta región de nuestra querida Amazonía poco a poco se empiezan a reanudar las actividades cotidianas después de un largo tiempo de vacaciones escolares. Se ven las promociones para el inicio de las clases en las pocas calles comerciales de Leticia. Los niños y jóvenes aún están de vacaciones las tres primeras semanas, a partir del 20 de febrero empieza a sentirse de nuevo el movimiento, ya se puede ver en las mañanas a los padres que llevan a sus hijos hasta las puertas de ingreso de las escuelas, algunos niños con uniformes nuevos y otros con uniformes remendados pero bien lavados, algunos niños van alegres por retomar sus clases otros me cuentan que quisieran que las vacaciones fueran más largas porque les gusta mucho estar en casa y jugar con sus amigos. 


30 de enero de 2017

Desde la Amazonía: Celebrando

Por Lorena Pérez, voluntaria. 

Mes a mes voy compartiendo brevemente esta experiencia que con altos y bajos, ya ha llegado al sexto mes. Qué rápido pasa el tiempo, estoy en la mitad del camino. Por supuesto es el tiempo de detenerme, hacer una pequeña pausa, hacer silencio para dejar que se vaya decantando y descubriendo cómo Dios se ha ido manifestando en todo este tiempo, desde el trabajo con la Compañía de Jesús y con la CVX.

Diciembre es un mes muy corto porque tenemos dos celebraciones: Navidad y Año Nuevo, que prácticamente dejan el mes en 15 días. Lo mejor de este mes han sido las Misiones de Navidad que realicé inserta en la comunidad de Nazareth, una comunidad con aproximadamente 1000 habitantes, la mayoría de la etnia Tikuna. Fueron 10 días en los cuales Dios se manifestó generosamente a través de los niños y jóvenes con quienes principalmente trabajamos los misioneros capuchinos y yo.


Estas misiones son organizadas por la Congregación de los Padres Capuchinos que tienen su misión por muchos años aquí en la Amazonía. Como voluntaria me incluí en las misiones junto con un teólogo jesuita chileno Juan Pablo Becker. Los jesuitas aquí en este rincón de la Triple Frontera no tienen una obra concreta, mas bien han optado por apoyar las obras y proyectos que existen en el Vicariato en la medida de sus tiempos.

Debo agradecer mucho a Dios porque en este mes, su rostro fue más evidente en cada niño con quien compartí la vida mientras preparábamos los villancicos, descubrir sus historias de vida difíciles, niños que a tan corta edad 9, 11 y 13 años ya habían perdido a sus padres y vivían con sus abuelos. Niños y niñas tan necesitados de afecto, de caricias y abrazos, que madrugaban para que iniciemos actividades con ellos. En estos 10 días hice de directora de coro, maestra parvularia, psicóloga, diseñadora de interiores, catequista, abogada, etc. Fue tanta la cercanía y el cariño recibido de lado y lado que el corazón se queda chiquito ante tantas muestras de afecto. Incluso algunas niñas querían identificarse con Paola (misionera laica franciscana de Pasto) y conmigo, pues habían pedido a sus papás que les compren gafas y sombreros como los que nosotras llevábamos, lo cual nos causó un poco de gracia. Pero cuando nos dijeron el último día “les vamos a extrañar porque ustedes son la únicas que nos quieren”, nos quedamos sin palabras con que responder y agradecidas porque fueron ellas quienes nos abrieron su corazón.
Fueron días también de conocernos con Paola y de poder acompañar su historia de vida, que como muchas vidas tiene sus sueños rotos y fracasos, sus gozos y alegrías. Dios no deja de cruzar en mi vida personas, a quienes por esas “diocidencias”, puedo tender una mano al escuchar y acoger sus vidas. Esa actitud me ayuda mucho y aprendo más dentro de este caminar.
Además, en medio de la Novena tuvimos un encuentro con los catequistas de las comunidades rivereñas con quienes el próximo año, y como fruto del diagnóstico realizado, se está planificando iniciar un proceso de formación a catequistas y futuros animadores de las comunidades, que tanta necesidad tienen de savia nueva que despierte y renueve la fe en sus comunidades. Contamos con 40 personas y fue dirigida por el P. Valerio Sartor SJ. Fue un encuentro de compartir las experiencias y de proponer necesidades en torno a la Evangelización. Confiamos en que Jesús siga bendiciendo este pequeño proyecto.

Al finalizar la novena tuvimos la Capilla llena en la Noche Buena. No había espacio para un alfiler, incluso estaban sentados en el suelo. Todos fueron a compartir y celebrar con alegría el Cumpleaños de Jesús, los niños prepararon dos danzas al Niño Jesús, fue una Navidad diferente, alejada de la tecnología y los medios de comunicación, llena de tantas actividades que el tiempo se me pasó volando. Solo la Noche Buena extrañé a mi familia tan querida. Ya el 25, día de Navidad, recibí sus llamadas tan llenas de cariño que alegraron mi corazón.
Y el regalo que Dios me dio después de esta misión fue poder viajar y compartir con mi familia el Año Nuevo. En realidad, inicialmente el voluntariado era un año de corrido, pero como aquí en Colombia es tiempo de vacaciones escolares diciembre y enero. Mis compañeras de misión y los jesuitas del PAMSJ, viajan a sus países de origen para pasar fin de año y sus vacaciones anuales, para no quedarme sola en Leticia aceptaron que yo también viajara unos días para pasar el fin de año con mi familia. Mi papá fue quien generosamente me regaló el pasaje para compartir con ellos estos días en que me he podido recargar de su cariño y cuidados.

Fue tan emocionante el reencuentro con mi papá, mis hermanos, mis cuñadas y mis sobrinas, sobretodo mis sobrinas que hasta se nos escaparon las lágrimas de la emoción. Claro no me olvido de mi hija de cuatro patas (Titina), me alegra ver como se lleva de maravilla con mi papá y se acompañan en mi ausencia. Voy confirmando que la familia y mi familia es el mejor regalo que Dios me pudo haber dado en esta vida, ellos son un gran apoyo en esta misión. Además, pude verme con amigas y con mi comunidad de CVX, tuve un acompañamiento largo con Mauricio López compartiendo las luces y sombras de estos 6 meses de experiencia voluntaria. Intentando abrir camino para los que vendrán.

Con todo lo vivido siento que ha sido un tiempo de celebrar la vida, la alegría, la familia, de sentir a Jesús que sutilmente nace en nuestros corazones día a día y me anima a seguir encontrándolo en cada cosa que voy viviendo.

Tiempo de celebrar la amistad y los reencuentros, tiempo de recargarme para los próximos 6 meses que me faltan.

Finalmente, quiero terminar este breve relato con esta frase de Pedro Casaldáliga:
“Para mí, un hombre o una mujer espiritual es vivir en profundidad, asumir opciones dignas de una vida humana. Ser coherente, abrirse a las necesidades del prójimo. Celebrar la vida”.
Con todas nuestras limitaciones humanas siento que, si nos dejamos llevar por Jesús, con certeza tarde o temprano nuestro corazón no puede resistirse a escuchar ese llamado de ver nuestro mundo roto y quedarnos tranquilos sin contribuir con un granito de arena, probablemente insignificante, pero es mejor eso a quedarnos sin hacer nada. Nuestra espiritualidad nos confronta a ser coherentes entre lo que predicamos y lo que hacemos. Hay que “poner el amor más en obras que en palabras” como dice Ignacio de Loyola. Tal vez el mundo siga igual, pero yo ya no soy la misma ahora, hay un antes y un después de esta experiencia. Les invito a quienes van sintiendo este llamado a que lo tomen en serio y se vayan poniendo en las manos de Dios, para que puedan lanzarse a esas invitaciones que solo Dios pone en nuestro corazón.

A todos quienes me acompañan leyendo estos pequeños relatos mes a mes les deseo un año 2017 lleno de pasión y alegría por lo que hacemos y que desde donde estemos siempre tratemos de traslucir el amor que recibimos diariamente de nuestro Padre Bueno.

8 de enero de 2017

Desde la Amazonía: Reconocer

“El cuidado es más que un acto; Es una actitud. Por lo tanto, abarca más de un momento de atención. Representa una actitud de la ocupación, el interés, la responsabilidad y la implicación afectiva con el otro.” Leonardo Boff
Por Lorena Pérez, voluntaria.

Con esta nueva frase quiero iniciar este compartir que muestra la importancia del cuidado de la persona, de intentar llegar a través de este apostolado al corazón de las personas con quienes he compartido, comparto y con quienes van llegando en este caminar. Vidas llenas de sueños y también de tristezas y frustraciones. Vidas a veces necesitadas de escucha, de cercanía, de presencia, de una mano extendida, vidas llenas de sabiduría y amor.

Este mes de noviembre, después de terminar las visitas a las comunidades y de haber recogido los datos preliminares del diagnóstico de la situación general y pastoral de las comunidades ribereñas del vicariato de Leticia, pudimos tener como equipo de pastoral una visión general de las fortalezas y debilidades que se presentan en esta zona de la Amazonía. 

Las comunidades ribereñas son comunidades que, desde el punto de vista de la calidad de vida, si tomamos en cuenta la manera de disfrutar sus actividades, su familia, su entorno y todo lo que viven día a día. Puedo decir que son personas felices porque en medio de las carencias que desde mi punto de vista occidental no disponen. A cambio son niños que ríen con las cosas sencillas que la vida les presenta como trepar a los árboles para cosechar frutos, jugar fútbol, etc. Las madres disfrutan preparando los alimentos para sus hijos, bañándolos y los padres que aunque con expresión de cansancio después de la jornada tienen miradas de amor para sus hijos y la alegría de traer el alimento para su casa. Es entonces cuando puedo decir que son personas ricas porque valoran lo que tienen y lo disfrutan.

Brevemente, puedo compartir lo que en algún relato anterior mencioné, pero esta vez ya con evidencias. Por algunos años la iglesia (obispos, sacerdotes, religiosas/os y laicos/as) han descuidado el acompañamiento a estas comunidades ribereñas, tal vez por la disminución de vocaciones religiosas, probablemente por el incremento de la población y de las parroquias o quizás por facilidad de permanecer dentro de Leticia. Esa respuesta la deberán determinar las autoridades eclesiásticas de este Vicariato.

Los catequistas son de avanzada edad, lo que dificulta el interés de jóvenes y niños por la práctica de la religión católica. Hace algún tiempo no han tenido formación o actualización de los catequistas ni se han abierto espacios para nuevos catequistas o animadores. La evangelización en esta zona se ha limitado a lo sacramental y a la catequesis. A pesar de este entorno, es admirable como de las diez comunidades, cuatro que son totalmente católicas, no han permitido el ingreso de otras prácticas religiosas, porque dicen que son católicos y morirán católicos. Es muy bonito escuchar esto, a la vez que me confronta como católica qué podemos hacer para que se reactive y actualice la fe en estas comunidades.

Tuvimos una reunión con el Obispo de Leticia y nos animó a continuar con el trabajo pastoral. Ahora viene el momento de determinar el camino a seguir. Mientras tanto, en vista de las necesidades, como equipo estamos intentando ver que puede ser más urgente y de qué manera podemos sostener el trabajo que se pueda realizar. Hemos decidido organizar un encuentro de catequistas y de nuevos posibles jóvenes y adultos interesados en formarse y reavivar el fuego de la fe en sus comunidades. Es muy importante que ellos mismos expresen sus necesidades. Después de este encuentro podremos definir y priorizar las actividades a seguir en el trabajo pastoral para el próximo año 2017.

También visité la comunidad de Zaragoza junto a las Hnas. Noelia y Magnolia para acompañar y preparar a las personas que mostraron interés por bautizarse en las misiones de Navidad. Estuvimos 3 días visitando a las familias y conversando sobre el compromiso y la importancia del sacramento del bautismo.

Tuve además la oportunidad de apoyar el taller de pastoral social organizado por el Vicariato de Leticia con el tema “Pensamiento Occidental, Globalización y Resistencias Sociales”. Fue una experiencia que me permitió acercarme más a los pastoralistas de las diferentes parroquias de Leticia y de motivarlos para que apoyen a las comunidades ribereñas.

Este mes también pude colaborar con el mapeo de Fe y Alegría tabulando las encuestas que realizaron Pablo SJ y Robby. Esto me permitió a breves rasgos conocer la situación de Fe y Alegría en la Amazonía, en especial de los dos países que pude tabular los datos Ecuador y parte de Perú). 

Fue un tiempo más bien de pocas visitas a las comunidades, un tiempo de reconocer el camino realizado en estos meses, de reconocer los rostros de las personas con quienes he compartido, de reconocer el cuidado de Dios en este caminar diario y de reconocer como Dios se ha ido manifestando en todo el trabajo realizado y en el trabajo de mi alrededor.

Un tiempo de recargarme y prepararme para el mes que viene con fuerza para las misiones y para la temporada Navideña que siempre sensibiliza nuestro corazón y nos prepara para seguir intentando ser coherentes con los llamados personales de servicio a los demás.

Les envío un gran abrazo con el cariño de siempre, agradeciendo su seguimiento y compañía en esta misión.

Lore

14 de diciembre de 2016

Desde la Amazonía: Aprendizajes

Por Lorena Pérez, voluntaria.

Parecería que me he olvidado escribir el compartir mensual de mi peregrinar por estas tierras donde Dios se muestra de manera especial y delicada. Y aunque muy respetuosamente han respetado este tiempo de silencio. Esto probablemente no es más que un signo de que me voy adaptando más y mejor a este rincón de la Amazonía.

Y siento que es así, ya los insectos me reconocen y me pican menos, la comezón es más tolerable. El calor es más soportable, aunque con eso no quiero decir que transpire menos, solo que he aprendido a sentirlo de forma más natural y por supuesto los ventiladores y el aire acondicionado ayudan en esta adaptación. Los paisajes y los rostros de las personas me son familiares. Ahora ya puedo comprender mejor las conversaciones porque, aunque hablamos el mismo idioma, cada país y región tiene sus propias palabras que no siempre son fáciles de entender o porque las uso muy poco o porque no las entendía en el contexto.

Con este pequeño preámbulo quiero compartirles que este mes de octubre, he vuelto a navegar por el río Amazonas para recorrer las últimas comunidades (Zaragoza, Libertad y Puerto Triunfo) y con ello terminar el primer recorrido por las 10 comunidades rivereñas que pretende ser un diagnóstico para saber cuál es la situación pastoral, cuáles son su necesidades y a futuro poder crear juntos con el Equipo Pastoral y con la comunidad una propuesta pastoral que les permita mantener viva la llama de la Fe y su forma de relacionarse con Dios desde la religión católica sin que para ello tengan que modificar su esencia cultural, sus ritos y sus tradiciones. Suena muy ambicioso lo sé, pero soñar no cuesta nada.

Estas comunidades están más distantes de Leticia. Son aproximadamente 4 a 5 horas en el bote de la comunidad que generalmente tienen motores pequeños y por lo tanto son más lentos. Aunque el viaje suele ser bastante cansado, la riqueza de viajar en estos botes es que, durante el trayecto puedo ir conversando con las personas de la comunidad sobre su vida cotidiana, lo que me da muchas luces para el diagnóstico. Además, me permite tener una relación más horizontal con ellos y después, ya en la comunidad siento cercanía y familiaridad al relacionarnos los días que permanecemos con ellos. 

En este rinconcito de la naturaleza se percibe más claramente el efecto del cambio climático, pues han tenido escasas lluvias, lo cual dificulta la preparación de los alimentos y el uso del agua para refrescarse en medio del calor, pues ellos utilizan solamente el agua de la lluvia para cocinar, ya que el agua del Río Amazonas no es apta para el consumo humano porque está contaminada y les provoca problemas digestivos y erupciones en la piel.

Estas comunidades por estar más alejadas de Leticia, tienen presencia de otras iglesias como las evangélicas, pentecostales, bautistas, etc. Hasta ahí, no encuentro ningún problema ya que considero que lo importante es que la gente se relacione con Dios, que sea feliz y se relacione con los demás en armonía. Pero, lamentablemente no es así, pues como suele suceder para lograr adeptos a su iglesia tienen que desacreditar la otra y en este caso es a la iglesia católica porque supuestamente es una iglesia donde permiten que la gente se emborrache y después existan riñas que terminan en problemas graves o incluso la muerte de algún miembro de la comunidad. Y todo esto por supuesto está dividiendo a las comunidades y lo que antes trabajaban juntas en las mingas ahora ya no asisten todos y eso dificulta el desarrollo de la comunidad y crea un individualismo entre sus miembros que preocupa al Consejo de la comunidad. Imagino que la intención de las otras iglesias no es esa, no es causar división. 

Eso me ha hecho pensar en la importancia del diálogo interreligioso. Creo que con un pequeño diálogo con los Pastores, acordando unos mínimos de convivencia, sin pretender que sea una competencia por quien es mejor o tiene más feligreses, ayudaría a mejorar el bien de la comunidad, intentando vivir como hijos de un mismo Padre – Madre Dios, aunque con formas de ver la fe y prácticas diferentes.

A partir de esta pequeña experiencia y leyendo las Bienaventuranzas de Adolfo Chércoles me queda resonando la siguiente frase: 
El problema de mi fraternidad, de si realmente soy hermano de todos los hombres, no es lo que yo sienta en mi corazón, sino que el problema real es que los demás se puedan sentir hermanos míos cuando se crucen conmigo. Aquí es donde me juego la fraternidad: ¿qué le importa al otro que yo en mi “corazoncito” lo sienta como hermano, si él me ve como un erizo?
Cuanta verdad, el problema es que muchas veces nos centramos en nosotros mismos y lo que hacemos no siempre es con pureza de intención como dice Ignacio, no es desde la gratuidad, sino que probablemente de manera inconsciente buscamos esa sensación de bienestar personal que nos impide salir de nosotros al encuentro con el otro, y que sea él quien realmente nos sienta su hermano. 

Es en este sentir y reflexionar que fijo mi mirada a Jesús para que no me olvide de cada frase que toca mi corazón y que puede en medio de mi fragilidad sentir cómo Jesús, mirar, hablar, escuchar, amar como Él, para que los demás sientan a Jesús en mí, aunque a veces yo me vea como un erizo.

Este tiempo es una escuela de aprendizajes, no solo por el contacto con las personas de las comunidades sino también por el compartir con mis compañeros de camino, esas personas (voluntarios, religiosos, laicos) que comparten mi día a día, con quienes tenemos encuentros para cenar o tomar un café y con ese pretexto tener largas charlas luego del trabajo para hablar sobre nuestras experiencias de Dios, nuestras alegrías, nuestros miedos y nuestros sueños. Al final se queda el corazón calientito porque hemos sido cada uno nosotros mismos y nos sentimos aceptados y acogidos por el otro tal cual somos.

Y dentro de los aprendizajes nuevos por esos impulsos con los que a veces actúo y en los que descubro que es Dios quien me mueve para seguir soñando y haciendo cosas que me gustan, ingresé este mes a un curso de portugués básico en la Universidad Federal del Amazonas. Gracias a esta pequeña locura de aprender un idioma nuevo he tenido la oportunidad de conocer nuevas personas con actividades e intereses diferentes, entrar en otro círculo de amistades que me hacen mucho bien. Así que el próximo compartir probablemente será en Portuñol.

Por último quiero compartir con ustedes las palabras que Fernando López SJ me dijo en mi último acompañamiento a propósito de que no siempre me es fácil la inculturación en las comunidades: “nosotros cuando trabajamos con las comunidades tenemos tres semáforos: el primero es el de la comunidad que tiene su tiempo y ellos cuando sienten que eres de confianza llega un momento en que ponen su semáforo en verde y tú puedes hacer y compartir sus ritos o espacios. El segundo es el semáforo interior que cuando está en rojo no debo forzarlo tampoco sino esperar a que con mi tiempo y proceso yo también pueda ponerlo en verde para que compartir con las comunidades, y el tercero es el semáforo de mi relación con Dios que también me dice que es el tiempo y por su puesto se pone en verde, si está en amarillo me dice que aún hay que esperar”. Me decía además que “generalmente este proceso se va dando de a poco en los tres semáforos y suele ocurrir que el proceso es muy similar en los tres, de manera que cuando uno está en verde los otros también.” En conclusión, me invita a estar consciente de estos tres procesos que voy viviendo y que me vaya abriendo a las experiencias que Dios me va regalando sin forzarme, pero tampoco sin estancarme, que no sea solo mi querer sino la unión de los tres quereres.

Hasta aquí este mi cuarto mes, un fraternal abrazo a todos quienes me acompañan con la lectura de este pequeño compartir.

17 de noviembre de 2016

Ecos del Encuentro Nacional de Jóvenes en Chile

“Tenemos cinco panes y dos peces, pero ¿Qué es esto para tanta gente?”
Durante los días 29, 30 y 31 de Octubre, se realizó el Encuentro Nacional de CVX Jóvenes en Chile. La jornada estuvo organizada por la CVX Jóvenes en Puerto Montt, realizándose en dependencias del Colegio San Francisco Javier. En esta oportunidad, la temática fue la Ecología Integral en Laudato Sí. 
No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental (LS N°139) 

Como Cuerpo de CVX Jóvenes Chile nos hemos reunido para trabajar la encíclica del papa Francisco, reconociendo las múltiples aristas que nos presenta respecto de la Ecología. Hemos reconocido la raíz humana de los conflictos socio – ambientales a los cuales nos enfrentamos como humanidad.

La invitación constante es a ampliar horizontes, visualizando nuevos caminos para trabajar en defensa y promoción de nuestra casa común.

Como Cristianos – Cevequianos, nos encontramos llamados a desarrollar esta conversión ecológica, reconociendo que formamos con los demás seres del universo una preciosa comunión universal (LS N°220). De tal modo, cada aspecto de nuestra casa común tiene impregnado el amor de Dios, y tiene algo que decirnos respecto de Dios.


En esta tarea nos encontramos todos llamados a colaborar, reconociendo como nuestras diferentes acciones impactan en las nuevas realidades. Se trata de una tarea continua que debemos ir aterrizando en nuestras comunidades. 

¿Porque tratar la ecología en un Encuentro de CVX?

“Nos ha llamado y resonado la encíclica del Papa Francisco, fue un llamado desde la misma CVX y sus miembros, hay distintos enfoques que menciona el santo padre a través de la Laudato Si, de las cuales nos ha ampliado el concepto de mundo y casa común.

La ecología esta puesta en todas las cosas. Aquí resonamos con una invitación de San Ignacio: Dios se encuentra en todas las cosas. Con el paso del tiempo esto se nos ha ido olvidando: en la sociedad, en nuestras relaciones, en los demás, en nuestra vida, en nuestros hermanos más pequeños como los animales, en nuestra casa y madre tierra.

Como cevequianos debemos estar insertos, como los seres integrales que estamos llamados a ser. Desde el Encuentro Nacional nacen grandes desafíos y en eso debemos partir por incluir nuestra propia casa, que son nuestras comunidades. Debemos informarnos, estar atentos y tomar el gusto por la ecología que tanta falta hace en el mundo.

Cada quien está llamado desde un lugar donde Dios nos ha puesto; la Iglesia, la Política, la CVX. Debemos comprenderla desde su concepto natural, trabajar desde ahí e incluso servir de la mejor manera a cada una de estas aristas.” 
Belén Teuquil – Equipo Organizador. 

Equipo Organizador desde arriba izquierda, a derecha: Fernanda Ojeda, Claudia Álvarez, Javiera Muñoz, Belén Teuquil, Francisco del Río, Jorge Moreno, Jaime Teuquil, José Cartagena.  
Testimonios: ¿Qué Frutos nos llevamos al finalizar este encuentro?

Florencia Castro – CVX Jóvenes Concepción


Lo que más me hizo sentido es darme cuenta del compromiso que tengo con la CVX y que quiero seguir reforzando: Tener en mi corazón lo principal que es “Amar y Servir”. Por eso mi compromiso a partir de hoy, gracias a este encuentro, es buscar un apostolado lo antes posible, ayudar y acompañar a los que más me necesitan, llenarme de su vida y energía y yo llenarlos con mi amor y alegría. Lo que más tengo en mi corazón es amor. 

También servir como mejor pueda a la comunidad. En este encuentro claramente aprendimos que la Ecología no se trata solo de la naturaleza sino también de nuestra relación con las personas y el respeto y amor por lo demás. 


Gonzalo Maldonado – CVX Jóvenes Valdivia

Para comenzar estaba muy ansioso por venir a este campamento, considero que el tema de la Ecología es muy importante sobre todo en Valdivia. Los frutos que me marcaron vendrían siendo los de la Espiritualidad. Personalmente creo que es lo más importante para continuar después en el ámbito comunitario y apostólico. Siento que el tema de la ecología también lo podemos vincular con lo social ya que si uno de estos dos no funciona arma un efecto dominó y ninguno funcionaria. 

Con respecto al Campamento encontré que las charlas eran gran contenido y creo que podríamos haberle dado un poco más de dinamismo. Pero es un Encuentro en que pude aprender mucho y espero poder replicarlo en la CVX de Valdivia. 

Nicols Ramirez – CVX Jóvenes Arica



El Encuentro en sí, se trató principalmente de Laudato si nos llama a la Ecología Integral. Esto nos va cuestionando principalmente como cristianos – católicos, cevequianos. Todos estamos llamados a arreglar esta crisis social – ambiental que hay en el mundo hoy en día. Y como CVX, a nivel de formación, principalmente se nos está llamando a seguir formándonos, fortaleciéndonos en esta espiritualidad, en esta misma base del compartir comunitario. 


Katherine Requena – CVX Jóvenes Antofagasta
Como Comunidad, llegamos a una palabra que nos definiría al concluir este encuentro: nos empoderamos. Nos llaman a empoderarnos más de la CVX, a formar un cuerpo no tanto como comunidades pequeñas, sino como algo más grande. También se nos llama a avanzar mirando el pasado y aprendiendo de las otras comunidades y la historia de las CVX, sobretodo en Antofagasta.

Otro fruto fue crear nexos en la Zona Norte, principalmente con la CVX en Arica, apoyándolos para crecer en formación y en firmeza. Finalmente me llego mucho la idea de que somos comunidad, y que esa vida comunitaria no debemos separarla de la espiritualidad y el apostolado. 

Julieta Gutiérrez – CVX Jóvenes Puerto Montt

Los Frutos que tengo al finalizar este Encuentro Nacional es tener una Comunidad Nacional muy unida, sobre todo respecto de lo último que conversamos: que nos apoyemos entre las regiones más cercanas para así potenciarnos. Por ejemplo con Osorno. Respecto del tema central encuentro consideró que fue muy importante conversarlo. Nos amplío la mirada respecto de la Ecología Integral. Los jóvenes en Chile podemos tener una mirada muy acotada, solo viendo el lado medio ambiental. Pero ahora podemos sacar en limpio, rescatando la importancia de la Comunidad y los tres pilares. Pero creo que ahí también es importante el trabajo personal, desde donde uno se fortalece, reconciliándose con su pasado. 



Antonio Villagra – CVX Jóvenes Valparaíso

Principalmente yo resumo en dos puntos lo que significó este encuentro para mí. El primero tiene que ver con que este es mi primer año en CVX Jóvenes y pude ver y concretizar que somos una comunidad más grande. Yo había participado en secundaria de actividades mayores, pero no en jóvenes. En ese sentido pasamos del abstracto – general, a algo concreto, en que detrás de cada delegación existe una comunidad regional. 

En segundo lugar, otro fruto fue esa definición, u otra dimensión de la Ecología que yo no conocía. Esa idea de que finalmente también son una dimensión las relaciones interpersonales. Yo generalmente conectaba la Ecología con el cuidado del medioambiente, y no tenía asociada esa otra parte. Por ello me fue muy importante aprender e integrar otra mirada. Finalmente aquí también podemos encontrar un llamado de Dios para mejorar nuestra sociedad. 

Catalina Ossa – CVX Jóvenes Santiago

Los que frutos que más me sirvieron a mí personalmente, fue reconocer la Ecología en otra dimensión. Pude ver la Ecología internamente, desde una: estando bien con una misma, queriéndote, aceptándote, y también esforzándote por ser cada día mejor. Así comprendemos que esta es la mejor forma en que uno puede estar bien con los demás y podemos dar lo mejor de nosotros en la comunidad. Ello no solo para la CVX sino también para la sociedad (en general): estar bien con uno mismo, estar bien con Dios, con tu Fe, con tu espiritualidad y así poder darse a los demás.

En segundo lugar, otro fruto fue la Sustentabilidad. Todos los proyectos que uno realiza tienen que ser sustentables, tanto económicamente hablando, como a nivel de personas, para que pueda mantenerse en el tiempo. Porque nosotros estamos trabajando en conjunto, somos una comunidad que trabaja en diferentes aspectos, para tener un mundo mejor. Entonces necesitamos que este trabajo sea sustentable. Finalmente ello también para nosotros como CVX Jóvenes, de diferentes regiones, pero que podemos ayudarnos. 

23 de octubre de 2016

Desde la Amazonía: Tiempo Tranquilo

Por Lorena Perez (CVX Ecuador, voluntaria de CVX-LA en la Amazonía) 
“Andad por la Amazonia y escuchad lo que el pueblo dice. Participad de la vida cotidiana del pueblo. Observad y registrad todo cuidadosamente. No os preocupéis con los resultados, el Espíritu irá mostrando el camino. ¡Coraje! Comenzad por donde podáis.” Claudio Perani, sj

Apenas llegué a la Amazonía fue una de las primeras frases que cuando la leí me llamó la atención. Ahora que ya han pasado 3 meses, recién siento que la voy comprendiendo más desde el corazón. Porque Dios va trabajando en mí, como dice Ignacio en su Autobiografía: “como enseña un maestro a un niño de escuela”, despacio, tranquilo a ritmo de la canoa.


Este mes ha sido un tiempo tranquilo y no me refiero a las mociones internas, aún en mi interior se siguen agitando las aguas, me refiero a que ha sido un tiempo de permanecer más dentro de la ciudad de Leticia, de compartir más con la gente que también se dedica a la pastoral, que trabaja desde diferentes trincheras, que sueña en la construcción de un mundo mejor. Gente que desde su propia vocación personal y profesional se indigna ante las situaciones que se presentan en este entorno y se comprometen poniendo el hombro para intentar contribuir en algo a detener los problemas que se presentan en las márgenes de la vida y que solo lo pueden constatar quienes viven en estos lugares de frontera.

He visitado las otras dos fronteras: Tabatinga – Brasil y Santa Rosa – Perú. En Tabatinga conocí a dos religiosas Cónegas que desde hace unos 5 meses están viviendo ahí. Fue muy grato compartir con ellas sobre mi tiempo de misión aquí, sobretodo las luces y sombras que he ido descubriendo en mí y en el entorno de misión. Cada vez que conversaba con ellas descubría en su mirada o en su rostro gestos que me decían así mismo es, nosotros también lo estamos viviendo aún es un tiempo de estar, de ver, de sentir. 

En esa misma frontera a inicios de septiembre conocí a un Hno. Marista de nombre Iñigo, del norte Vasco de España, a Vero de Argentina y Peggy de Venezuela, ambas voluntarias Laicas Maristas que junto a otro Hno. más de Australia (quien todavía no llega por asuntos de visa), forman parte de la primera comunidad misionera en la que vivirán laicos y religiosos juntos, compartiendo la misma espiritualidad y misión. Hemos hecho una bonita amistad entre todos. Quienes tienen más experiencia de voluntariado nos animan y ayudan con todos los pensamientos, sentimientos e inquietudes que se van presentando en este caminar. Y toda esta presencia de Dios en ellos me anima a seguir caminando en esta misión. 

Asistí a un Seminario sobre “Procedimientos a ser tomados en cuenta durante situaciones o indicios de tráfico de personas”, es muy triste y difícil descubrir a través de los testimonios y de las conversaciones con la gente, todo lo que encierra la trata de personas (explotación sexual, trabajo infantil, trabajo de migrantes, tráfico de órganos, tráfico de niños, etc.), y como las zonas más vulnerables donde se da esto vuelven a ser precisamente las fronteras, por la libre movilidad que se da en ellas. No es fácil, las personas tienen miedo de denunciar alguna situación o indicios de tráfico, para muchos es más fácil callar y dejar que eso continúe. La esperanza es que se están organizando grupos de personas de diferentes sectores de la sociedad en las fronteras para primero poder sensibilizar a la comunidad sobre esta situación y después hacer que se pueda visibilizar y atacar este mal presente en esta zona. 

Estuve en la Población de Santa Rosa (Frontera Peruana) junto con P. Pablo Mora SJ, quien va los domingos a celebrar la misa. Fue muy bonito el compartir de la celebración con las pocas personas que asisten y constatar el trabajo de Maneca, la única pastoralista indígena para una población de aproximadamente 2500 personas. La falta de catequistas y pastoralistas en estos lados de la frontera es urgente, los que aún están son abuelos que ya están cansados, su formación y manera de evangelizar ya no atrae a los jóvenes. 

Sin ánimo de crítica, simplemente presentando lo que se ve por aquí y lo que dicen las personas con quienes puedo conversar, manifiestan que “la iglesia católica (Obispos, sacerdotes y religiosas) han olvidado y descuidado por mucho tiempo algunas zonas de la Amazonía y que ahora hay mucha presencia de otras iglesias que, en lugar de trabajar unidas por el desarrollo de toda la comunidad, lo que han hecho es dividirla”.

Participé también de un Taller de Formación de la Pastoral Social para pastoralistas del Vicariato de Leticia. Conocí un poco sobre la REPAM, la Espiritualidad de los Pueblos Indígenas de la Amazonía (ritos, costumbres, estilo de vida) sobretodo de las cuatro comunidades mayoritarias en esta zona (Tikunas, Cocamas, Uitotos y Yaguas). En el compartir con los participantes pude conocer los diferentes apostolados que tienen las parroquias y como el abanico de posibilidades para el trabajo es diverso, desde cada una de las invitaciones y dones personales.

Tuve una reunión con el equipo de pastoral para planificar las visitas a las 3 comunidades que faltan (Zaragoza, Libertad y Puerto Tirunfo) con las cuales terminaría este primer tiempo de visita y diagnóstico de las comunidades ribereñas del Amazonas de la frontera Colombiana.

Tiempo de reencuentros, fue muy emocionante y alegró mi corazón ver y conversar con Fernando López SJ. y Arizete, religiosa Conega del Brasil a quienes ya conocía y con quienes me sentí acompañada por unos días en esta misión. Fue muy gratificante mi acompañamiento espiritual con Fernando, ya me hacía falta una conversación así de corazón a corazón con alguien que ha vivido y vive esta experiencia de inserción. 

Grata sorpresa me llevé cuando vi a Marita de Puerto Rico quien fue CVX, a quien conocí en el Magis 2 en Quito hace algunos años. Realmente Dios es impredecible y toca nuestros corazones desde diferentes rincones de esta nuestra casa común y en su tiempo nos va llamando y congregando a celebrar la vida desde este rincón de nuestra Amazonía. Ella también está iniciando su voluntariado por dos años en el Equipo Itinerante y por estos meses hasta mediados de noviembre también nos estaremos acompañando y formando comunidad. Regalos de Dios. 

Y no puedo dejar de mencionar a mis nuevos amigos voluntarios Tere y Lolo quienes ya están terminando su experiencia de un año en el Equipo itinerante. Ellos son una pareja de jóvenes españoles, llenos de sencillez, sensibilidad y compromiso por nuestros hermanos de este pedacito de tierra que clama por nuestra ayuda. 

Robby, mi amigo y mi compañero de trabajo que realiza el mapeo de Fe y Alegría, con quien compartimos el día a día. En fin, mi corazón se va llenando de nombres, de rostros, que como yo, sin muchas certezas se lanzan por un llamado profundo del corazón a vivir estas experiencias de voluntariado.

Ha sido tiempo de reuniones, de relaciones, de reflexiones, de acompañamiento, de escuchar, de hablar, de dar, de acoger y de celebrar. Voy confirmando que el voluntariado es una experiencia fundante en la vida de las personas porque siento que te ayuda a un encuentro contigo mismo, con los demás, con la naturaleza y con Dios. 

Este contacto con lo que decimos “pobreza” te confronta por dentro como una espina que entra profundo y que me hace dar cuenta que son realmente ricos porque viven felices con poco, porque no se quejan de lo que les sucede, porque siempre están viendo lo positivo de las situaciones, porque disfrutan y agradecen de todo, aún en las situaciones más difíciles, porque lloran y se levantan, voy aprendiendo mucho de ellos. 

Para finalizar me quedo con una frase de una persona muy pobre del Barrio La Unión en Leticia que no tiene trabajo ni un terreno para sembrar, y con una sonrisa dice “perro que camina, hueso que encuentra”. Todos los días se levanta con la esperanza de recoger algo para comer y compartir con su familia, eso es verdadera fe en Dios, eso es sabiduría popular. Y tú ¿cómo vives a Dios?, ¿tienes esa misma gratitud por lo que sucede en tu día a día? ¿tienes esa misma fe en ese Dios que te ha demostrado hasta el cansancio su amor? Tú que estás desde la comodidad de tu casa, de tu comunidad, de tu habitación, desde la tranquilidad de tener un trabajo y no saber lo que es la escasez. Mira a tu alrededor agradece, indígnate ante las situaciones de injusticia, exclusión y pobreza, pero sobretodo descubre de qué manera te puedes comprometer y contribuir con un grano de arena a cambiar esas situaciones que no hacen más que agrandar la brecha entre ricos y pobres, situaciones que agrandan la destrucción de nuestra casa común.

Aún son pocos meses y sin embargo voy sintiendo que algo va cambiando en mí, que mi mirada ya no es la misma, que en mi interior Dios me va recreando día a día en este caminar por esta mi querida Amazonía y me va pidiendo ser un pan que se parte y se comparte cada día con todas mis limitaciones y dones que me ha regalado el Señor.

30 de septiembre de 2016

Oración Ecuménica: Fiesta de San Francisco de Asís ¡Participa!

Comunicado de Movimiento Católico Mundial por el Clima


Apreciados Hermanos

El 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, es el culmen del "Tiempo de la Creación. Durante 34 días las distintas denominaciones cristianas nos hemos unido en oración y acción por le cuidado de la "Casa Común". Es nuestro deseo estar juntos en oración de acción de gracias a nuestro Dios por el don de su creación. Por este motivo les invitamos a participar de una "Oración Ecuménica On Line  por el Cuidado de la Creación".. 

Inscríbete haciendo clic, aquí

Día: 4 de octubre

HORA:

Tegucigalpa; Managua: 8H00 AM

Bogotá; Lima; Quito; México DF: 9H00 AM
La Paz; Caracas; La Habana; San Juan: 10H00 AM
Buenos Aires; Santiago de Chile; Montevideo; Santo Domingo: 11h00 AM
Madrid: 16h00 PM 

En caso de que tu ciudad no esté en este listado puedes ver la hora aquí. 

Paz y Bien

Fabián en nombre del Equipo del MCMC

24 de noviembre de 2015

Cuidar la Casa Común: Que no sea demasiado tarde

Entrevista a Mauricio López en el programa Vida Misionera, conducido por el Padre José Barranco publicada por REPAM.

"Una visión personal y desde la reflexión de nuestra misión como miembros de este planeta, como creyentes, y como ciudadanos de este mundo. COMPARTO ESTA ENTREVISTA SOBRE LA ENCÍCLICA LAUDATO SI´, SOBRE NUESTRA MISIÓN EN LA FRONTERA DE ECOLOGÍA, Y SOBRE NUESTRA PARTICIPACIÓN EN LA COP21. Favor compartir para los que tengan inquietud, para el aburrimiento, o para los amigos de camino que acompañan e inspiran estas visiones."

17 de julio de 2015

Editorial: El llamado ineludible de la Encíclica “Laudato Si”

“El llamado ineludible de la Encíclica “Laudato Si” para toda la humanidad para una transformación desde la:
Metanoia, Alteridad y la Parresía”

Mauricio López Oropeza
Secretario Ejecutivo
Red Eclesial Pan-Amazónica


“… si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos”
Encíclica del Papa Francisco, Laudato Si. No. 11

La humanidad toda gime con dolores de parto. Esto no es una interrogante, una inquietud o una intuición; es un hecho concreto, definitivo, y que está marcando un parteaguas ineludible en nuestra realidad como humanidad toda. Esta realidad no se escapa de nuestras manos, aunque muchos quieran evadir la propia responsabilidad hablando de procesos cíclicos de la naturaleza u otras explicaciones ingenuas e irresponsables. Estamos viviendo las consecuencias de un modelo de vida, y de supuesto “desarrollo”, que no tiene futuro. Uno que se sostiene en un sistema que tiene repercusiones terribles en la vida de las personas, y que, incluso, mata. 

La “cultura del descarte” que denuncia con tanta fuerza y frontalidad el Papa Francisco es el resultado de un sistema de vida, denominado neoliberalismo (ahora con sus expresiones llamadas post-neoliberales), donde gran parte del ser humano ha perdido la noción de su relación de pertenencia con la propia tierra y la naturaleza, por lo tanto también se ha desarraigado de sí mismo y su interioridad (incluso de su espiritualidad), y por lo tanto vive completamente ajeno de la realidad del otro, a menos que haya un interés de por medio que genere un valor de transacción, sea monetario o incluso afectivo. A esto se refiere el Papa Francisco con respecto a esta dinámica de descarte o de “use y tire” que enmarca nuestras relaciones. Esto tiene hoy indudables repercusiones en nuestra casa común, en nuestra hermana tierra, y por lo tanto nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es el futuro al que podemos aspirar ante esta situación tan grave?

La Encíclica “Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común” abraza, acoge y resuena con los gemidos de nuestra hermana tierra y nuestra casa común, afirmando en su número 2: “entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que “gime y sufre dolores de parto” (Rm. 8, 22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn. 2, 7)”. Asimismo, reconoce que los más afectados y vulnerados por los impactos socio-ambientales actuales, y por el modelo de descarte que vivimos, son siempre los más empobrecidos para quienes se agrava aún más su situación de vida. Este sistema, así como está, aún con los aspectos positivos de desarrollos científicos y avances tecnológicos en distintos campos de la vida, está manejado por intereses particulares con un fin predominante y orientador de todo: el de acumular más riqueza por encima de todo y de todos. Esto no va más, no puede ir más.

Esta carta orientadora del Papa Francisco reconoce también que lo que está en juego no son los poderes en pugna; lo que está en disputa es la propia humanidad y su futuro, y en ello están en riesgo los más vulnerables, que son los más empobrecidos. Ahora reconociendo también a las futuras generaciones como aquellos más vulnerables porque no tienen voz ninguna ante esta situación. Es necesario que asumamos que esta Encíclica está dirigida a la humanidad toda, que ha sido lanzada en una coyuntura propicia para repensar en todos los ámbitos de nuestra vida nuestras prioridades, estilo de vida, y en donde ponemos las energías para buscar una transformación de las estructuras injustas y de pecado desde donde sea que nos encontremos. Esta situación, y el llamado a cambiar, se vuelve un “imperativo ético universal” que no deja lugar a dudas sobre su importancia máxima. Para todos los que trabajamos en la defensa de la vida, del medio ambiente, de los derechos, que intentamos acompañar a los más empobrecidos, y en tantos otros sitios de frontera, la “Laudato Si” se convierte en un paradigma irrenunciable sobre el cual debemos repensar y sustentar nuestra acción y misión dentro del mundo.

Me permito invitar a todas y todos a hacer una lectura de esta Encíclica, independientemente de sus creencias o ámbitos de misión y vida, desde 3 lentes que nos ayuden a preguntarnos qué tan en serio nos tomamos este llamado:


1. Desde la “METANOIA”. Esta palabra, metanoia, significa transformación profunda y radical del corazón. Es decir, un cambio serio y determinante, que me mueva a ser y a hacer desde una mirada distinta sobre mí mismo. Es incluso cambiar la esencia por la que estoy dispuesto a vivir y dar la vida. Asumir el cambio hacia el cuidado de nuestra casa común y de todos los que en ella viven (sobre todo los más vulnerables por excluidos o porque aún no están entre nosotros), significa repensar y replantear todo nuestro esquema de vida, y preguntarnos qué es aquello por lo que queremos entregar la vida. Aspiramos a existir para nosotros mismos y un bienestar superficial y pasajero representado por el tener, o por la posibilidad de una plenitud enmarcada en gastar la vida por un fin mayor, más profundo y universal. ¿estoy dispuesto, al menos deseando intentarlo, a un cambio así? y ¿qué significa en lo concreto este cambio?


2. Desde la “ALTERIDAD”. Esta palabra, alteridad, significa encontrar el sentido de la propia vida, incluso de mi propio misterio, a partir de los ojos y la existencia del otro. Mi esencia está fuertemente determinada por la capacidad de reconocer el misterio de la vida que me plenifica en la medida en que me reconozco más allá de mí mismo, y en los ojos de los otros. Y para los creyentes, con una absoluta claridad de que esta mirada alteritaria debe estar sobre todo sostenida y cimentada en aquellos más vulnerables que representan la carne de Cristo vivo y encarnado. Transformar este mundo, dado que aún estamos a tiempo (aunque estamos en el límite), pide un salir de nosotros mismos para reconocer que la única plenitud está en ese reconocerme en lo otro, incluso en la hermana tierra. Ya San Francisco de Asís nos ha regalado esa alteridad que trasciende al ser humano y nos permite ser genuinamente hermanos de todo lo creado, ya que ahí también se revela el Dios de la vida y la esperanza. ¿puedo salir de mi propio sitio desde una conversión profunda, y construir otra manera de reconocerme en el otro y lo otro para unir voluntades y acoger el misterio de la vida como belleza donada por Dios mismo?


3. Desde la “PARRESÍA”. Esta palabra, parresía, significa el atrevimiento de entregarse, de hablar, y de actuar con coraje. Se trata de tener la valentía de hacer posible lo necesario. Necesitamos preguntarnos si tenemos el valor de pasar del cambio interior, y del reconocimiento del otro y lo otro, para llegar a una disposición de gastar la vida y entregarla por un anhelo y horizonte mayor al propio, superando al reducido horizonte que el modelo utilitario predominante de mundo nos propone hoy. Se trata de una entrega que lo remueva todo en nosotros, y que dada la urgencia del cuidado de nuestra casa común, nos lleve a asumir las consecuencias y los riesgos de salir y hacer la parte que nos toca para que esta transformación hacia la ecología integral y por los más vulnerables sea posible. La parresía nos pone en un sitio distinto, luego de la METANOIA y de la ALTERIDAD con el otro y la casa común, en este arrojo se confirma o no la confianza en ese Dios que se hace carne y que entre nosotros camina para llamarnos a la entrega radical, con discernimiento, desde procesos comunitarios, pero sin demorarnos más por nuestras ataduras o las que la sociedad nos impone.

El Papa Francisco, siguiendo la tradición valiente de la Doctrina Social de la Iglesia, y sobre todo hermanado con e inspirado en tantos mujeres y hombres que entregan su vida todos los días con METANOIA, ALTERIDAD y PARRESÍA, nos habla al corazón, nos habla frontalmente y sin adornos o rodeos. ¿Vamos a estar a la altura del llamado y del desafío presente o simplemente vamos a hablar?

Las llamadas del Papa se pueden quedar en inspiradoras palabras y en hermosos postulados que no signifiquen nada, a menos que nos hagamos cargo todos y cada uno de nosotros de la parte que nos corresponde. Todo puede quedar en un momento histórico que dejamos pasar, a menos que reconozcamos que depende de nosotros mismos esta transformación en todos los niveles de la vida. El futuro de la humanidad está en las manos de todos nosotros y de un cambio profundo que integre también procesos de solidaridad con los más excluidos y entre nosotros, y con una radicalidad que no rompa los tejidos sociales necesarios para anidar otro mundo posible aún por venir. Como Red Eclesial Pan-Amazónica REPAM, nos sentimos fuertemente interpelados por esta Encíclica y la misión que implica, y nos reconocemos claramente en ella desde lo que vamos tejiendo poco a poco. Que esta llamada sea una verdadera posibilidad de alabar la vida, la belleza, a la hermana tierra y a toda la creación, para encontrar todo lo que nuestra propia misión implica en este llamado que nos hace el Espíritu de Dios.

28 de abril de 2015

Séptima Entrega: CAMINANDO ENTRE LAS FRONTERAS

Misión Amazónica
Marabá – Brasil, Marzo 28 de 2015. 
Carmen Amaya y Jairo Forero – CVX Colombia 

Estar en misión en el amazonas es caminar con el Señor expectantes, siempre atentos a su voz y providencia, esto lo hemos experimentado en este tiempo, y vamos descubriendo que cada paso dado en el camino de seguimiento del Señor nos pone en dinámica de salir de nosotros, de nuestro propio egoísmo; nos descubre frágiles y necesitados de su inspiración permanente, de su cercanía y ternura. 

Siendo parte del cuerpo apostólico que es la CVX nos sentimos corresponsables en la reflexión acerca de las fronteras y al encontrarnos en este rincón del mundo las experimentamos de una manera particular; ellas se presentan para nosotros como desafíos: Globalización y Pobreza, 

Familia, Ecología y Juventud. Desde nuestra mirada, es muy difícil hablar de manera aislada de cada una y por ello presentamos desde nuestra experiencia, un aporte que esperamos ayude a ampliar la mirada de nuestra comunidad sobre la Amazonía. 

Queremos seguir en este escrito la misma formulación de las fronteras realizada para la Asamblea Mundial de Líbano en 2013 aportando una visión particular basada más en nuestra corta experiencia con los niños, los ancianos, las mujeres y hombres con quienes hemos podido compartir la vida en nuestro barrio. 

14 de febrero de 2015

Sexta Entrega: CONTEMPLACIÓN EN LA ACCIÓN

 Misión Amazónica
Marabá, Brasil, 31 de enero de 2015
Carmen Amaya y Jairo Forero – CVX Colombia

En esta entrega que se hace entre dos tiempos litúrgicos que son la Navidad y el retorno al tiempo ordinario, queremos compartir desde la fe en Jesucristo que nos une como hermanos de CVX, algunas reflexiones del último caminar.

Queremos hablar desde las personas que nos han rodeado en este tiempo y acercándonos al estilo ignaciano, que nos inspira a contemplar viendo lo que hacen, a oír lo que dicen y mirando las acciones para sacar provecho. Vamos a narrar un poco de la vida de tres personas que por Gracia de Dios hemos podido conocer y que se pueden ubicar en dos contextos diferentes dentro de la misma misión de seguir a Jesús a través de tareas o medios diversos.

Hay un par de personas que conocimos en el contexto del encuentro de Iglesias y Minería en Brasilia del 2 al 5 de diciembre de 2015, en donde participamos como CVX gracias a una invitación que nos hizo el Padre Dário Bossi, comboniano, que tiene un trabajo muy importante a favor de los afectados por explotación minera de hierro a través del Proyecto Grande Carajás por parte de la empresa VALE, ya habíamos hablado un poco de él en nuestra entrega anterior. El primero es el Padre Dário hizo parte del equipo coordinador del encuentro en Brasilia y muy cerca de él trabaja Alaíde Abreu da Silva un líder comunitario que vive en la ciudad de Buriticupú estado de Maranhão, Brasil; es a través de ellos dos que queremos narrarles un poco lo que fue este encuentro de Iglesias y Minería, a pesar de haber contado con la participación de un número cercano a las cien personas de casi todos los países de Latinoamérica; lo hacemos como un recurso que nos permita acercarnos de manera “contemplativa” a lo que significó para nosotros este tiempo y este encuentro.

Por otra parte está el hermano jesuita Franco Zanelli con quien tuvimos la oportunidad de compartir misión aquí en Marabá desde que llegamos y que partió para su nueva misión en Assis estado de Acre, Brasil, el día ocho de enero.

Ver lo que hacen…

19 de diciembre de 2014

Iglesia y la sociedad civil denuncian la acción violenta de muchos proyectos mineros


En Brasilia, se desarrolla el encuentro latinoamericano "Iglesias y Minería", em el que laicos laicas, religiosos y religiosas repudian el modelo de muerte impuesto por las empresas extractivas.

En el segundo día del encuentro que reúne a más de 90 personas en representación de las comunidades afectadas por los proyectos mineros en 13 países latinoamericanos distintos, el grupo se dedicó a fortalecer su identidad y las raíces evangélicas de su compromiso en defensa de la vida y de los territorios.

"¿Dónde estás?" Es la pregunta que desde el primer libro de la Biblia hace Dios a la humanidad. Dom Leonardo Ulrich Steiner, secretario General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), valoró el análisis de la situación realizado durante toda la reunión e invitó a una profunda reflexión sobre las perspectivas de modelo económico latinoamericano, guiados cada vez más por el neo -extrativismo violento y excluyente.

El mismo día, el encuentro de "Iglesias y Minería" recibió la noticia del asesinato de José Tendetza, indígena shuar, defensor de su tierra, su medicina y prácticas culturales en contra de la agresión de las empresas mineras canadienses y chinas. José Tendetza se preparaba para dirigirse, con su delegación a Lima, capital de Perú, para denunciar la violencia de la minería en su territorio, en la COP 20 reunión internacional sobre el cambio climático que tendrá lugar em esse país de sudamérica.

Una discusión detallada sobre la mística que sostiene la resistencia comunitaria en defensa de la vida ayudó a miembros de "Iglesia y Minería" a reafirmar la esperanza más allá de la muerte y la asimetría de fuerzas en la lucha contra estas injusticias.

Esta articulación de l iglesias y comunidades de fe, nació por la indignación que produjeron las muertes, criminalización y agresiones causadas por los principales proyectos mineros en muchas partes de América Latina.

"La Iglesia tiene un papel que desempeñar en muchos niveles: en primer lugar, el compromiso ético para sembrar y cultivar los valores del Evangelio dentro de la sociedad.Todo en la vida no puede ser negociable, como el agua. Del agua nace la vida y las empresas mineras la primera cosa que hacen es destruirla y contaminarla. La Iglesia en América Latina también tiene un papel importante de influencia pública, ya que sigue siendo una institución respetada por el público y los políticos, empresarios y otras instituciones internacionales para escuchar ", dice Pedro Landa, del Equipo de Reflexión , Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús en Honduras.

"Para mí, el reto de la Iglesia es recuperar la dimensión profética, la denuncia de los abusos y la explotación de las personas y anunciar las condiciones para otro mundo posible. La voz del Papa está diciendo que debemos poner fin a este modelo, frenar los niveles de consumo y la acumulación capitalista y buscar la armonía de la sostenibilidad. Toda la iglesia tiene que acompañar a las personas que mantienen una presencia a su lado, y no vivir sólo del discurso ", dice Pedro Landa.

En Brasil, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha llevado a cabo importantes iniciativas y participó junto con la sociedad civil em los debates sobre la minería y sobre los riesgos de la misma en la vida de las personas y el medio ambiente. "Siento que dentro de las diversas diócesis hay un mayor conciencia en relación con la minería; la CNBB ha tomado la iniciativa de participar en las acciones que se han adelantado de resistencia, también hemos sido demandados por la sociedad para discutir con el gobierno sobre la minería, en especial en el nuevo Código de Minero. Hemos participado en varias audiencias públicas con los expertos del Comité de Defensa de los Territorios frente a la Minería, para que no se apruebe un nuevo código que prioriza sólo los intereses de las exportaciones y el capital, causando graves daños a los pobres y degradando el medio ambiente " dice don Leonardo.

La sociedad civil también se ha movilizado para denunciar los grandes males de la minería, con las iglesias como aliados en la lucha. "Tenemos que criticar un modelo extractivo basado exclusivamente en la acumulación de capital. Gracias a Dios, los cimientos tiemblan: lo más difícil a veces es despertar a la gente a movilizarse debido -en muchos casos- también al silencio u omisión de los medios de comunicación; si las comunidades están en movimiento, este es un gran estímulo para nosotros los obispos ", reitera don Leonardo.

El Encuentro "Iglesias y Minería" continúa este viernes, un día dedicado a precisar los objetivos y estrategias de acción. Una conferencia de prensa convocada este viernes permitirá a los medios de comunicación y la sociedad una mayor interacción con esta articulación de las comunidades de fe, abiertos a la participación de nuevas fuerzas en defensa de la vida y de los territorios.